miércoles, 8 de julio de 2009

Cuándo llegué a la barriga de mamá

Hola a todos!
Mi nombre es Aitana y vivo en Murcia, concretamente en la barriga de mi mamá. No se muy bien dónde queda eso porque no para de moverse de un sitio a otro, pero se está muy bien, muy calentita y muy tranquila, bueno, a no ser que mamá esté estresada o le de alguna neura y claro, pues esas cosas me las transmite a mi, pero no me puedo quejar. La única pega es que no se por qué se me está quedando la casa más pequeña. Cada vez me cuesta más moverme y hacer volteretas. Yo que estaba practicando para ser gimnasta rítmica como mi tía... Tendré que esperar a que me consigan una casa más grande.
Os cuento un poco mi corta historia. No se exáctamente qué día llegué a la barriga de mamá pero mis padres se enteraron el 29 de Diciembre, su primer día de vacaciones de Navidad. Ese día tenían cita con el médico temprano porque mamá tenía que ir a recoger unos análisis. Decidieron ir en el coche de mamá, que estaba reluciente, recién limpio del día anterior. Cruzaron la calle y el coche no estaba donde creía que lo había aparcado. Con la cabeza que tiene seguramente lo había aparcado en otro lado así que lo buscaron por toda la manzana. El coche no estaba en ningún lado. Uh uh, mala cosa. Habían robado el coche de mamá. Pobretica, que panzá a llorar se pegó. No entendía por qué le había tocado a ella con todos los seats ibizas que habían aparcados al lado u otros coches mucho mejores de gente a la que probablemente no le costaba tanto pagar la cuota mensual de su préstamo. Así que les tocó ir a la comisaría a denunciar el robo. Mamá parecía una magdalena llorando y la policía que era optimista le dijo que seguro que aparecía. "Sí va a aparecer" pensó ella. Después tocaba llamar al seguro con la sorpresa de que el coche estaba asegurado contra robo. Por fin una buena noticia!! Ahora solo quedaba ir al médico a recoger los resultados. Fueron a Alhama en el coche de papá (qué remedio...) Los resultados estaban bien. No tenía ningún problema para tener hijos. Y vaya si no había problemas. Esa misma mañana fue a la farmacia más cercana, subieron a la casa de la abuela Mª Dolores y se hizo el test. Llevaba algunos días mosqueada porque el período no se solía retrasar (solo para su boda, para joder. Sé que papá se va a enfadar cuando lea esto porque no le gusta que diga palabrotas, pero si mamá las dice pues claro, a mi se me pega y no puedo evitarlo), pero al tener un ciclo de 24 días cabía la posibilidad de que éste volviera a la normalidad. Le tendría que haber venido hace 3 días aunque todavía no había llegado al día 28. Bueno, que me voy por las ramas. Se hicieron el test y enseguida empezó a aparecer una segunda rayita rosa.

Parece que no había duda. ¡Por fin una buena noticia! Hicieron los cálculos de cuándo me tocaba nacer y..., uh, uh, otra mala noticia, tocaba una semana después de la boda de la tita Laura. Pero con el notición era imposible ponerse triste, ni siquiera con un coche menos!!.

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